Hacía ya tiempo que no escribía, pero estas fiestas de moros y cristianos han provocado que lo vuelva a hacer.

Hoy toca escribir sobre cómo se puede disfrutar de nuestros hijos en nuestras fiestas de San Jorge.

Llegaba el día de los músicos y durante la mañana empezaba a oír a mi hijo cantar el himno, a continuación cogía la trompeta que le habíamos comprado el día de la gloria y “tocaba” marchas cristianas y moras, por supuesto desfilando por el pasillo de casa….ya se palpaba en el ambiente lo emocionado que estaba al ver que quedaban pocas horas para empezar las fiestas. Por la tarde fuimos a la plaza a cantar el himno, tenía que cumplirse la tradición de subirlo al “caballito” (encima de mis hombros), es casi imposible describir en palabras la emoción que sentí en ese instante, me cogía las manos con tanta fuerza (emoción) que aunque no podía verle, me imaginaba su cara de felicidad. (luego la pude ver en varias fotos que hizo la mami, jajaja). Y ya para finalizar el día, acabamos desfilando juntos en la “entraeta”, otro momentazo, con solo 3 años y medio ver como llevaba el paso me dejo con la boca abierta.

 

Día de la entrada, emocionado por vestirse de “festero”, salir a la calle y conversar con él sobre los trajes de fiestas, “¿Qué fila es? “¿Moros? ¿Cristianos?, mira papi nuestra carroza, yo de mayor voy a tocar el tambor…….” Por la tarde, el subir al partidor y empezar a bajar la entrada, verle otra vez la cara de emoción, ver como disfruta con sus amigos/as en la carroza, ver como saluda a un balcón y a otro….son momentos donde uno se ve reflejado, le vienen recuerdos de cuando era pequeño y le hacen emocionarse.

Día de San Jorge, día de procesiones y de seguir viviendo experiencias, ir juntos a comer a la filá, ver como se sienta con un montón de nenes/as que apenas conoce y enseguida se relacionan, juegan, alguna “riña”… Todo esto hace que uno piense qué bonita es la vida sin prejuicios, simplemente pasar un buen rato.

Y por último el día de los truenos, día de la aparición de San Jorge, día donde se le ve ansioso por ver aparecer al caballo y a San Jordiet tirando flechas, y cuando ocurre, vuelves a ver otro momentazo que se ha repetido día tras día, su cara de felicidad y de emoción.

Así que puedo decir que han sido unas fiestas espectaculares compartiendo muchos momentos buenos con mi hijo y mi mujer….. (el tiempo pasa y no vuelve)

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